|
Querido Woody:
Aunque se que esta
carta nunca la leerás, te la escribo por si algún
"corre-ve-y-dile", fan, admirador o persona "Allenista",
no alienada aunque si fuera Allen.. dista, lo admitiría, te
comentan algo de esto.
Hace años que te
conozco, desde que en este país de Príncipes había un señor
bajito, militar por supuesto, que regía los designios de los
súbditos en lo universal, en aquellos últimos años de la
dictadura, los que queríamos conocer otros sistemas, otras formas
de vivir, otros modelos ... íbamos a lo que se llamaba cine-club,
veíamos películas de todo tipo, desde auténticos coñazos que
nadie entendía (esas eran las mejores), hasta otras que eran
divertidas ... y aquí entrabas tú.
Por aquella época, yo
hacía también desinteresadamente los carteles para anunciar las
películas que poníamos en el cine-club. Recuerdo el día en que
Mila (una progre de la época), vino a casa "de visita" y nos
insistió en que fuéramos a ver la peli de esa noche, que era de
Woody Allen, un "tío cojonudo", que hacía no se qué de
psicoanálisis, y que además era divertidamente de izquierdas ...
LA ÚLTIMA NOCHE DE
BORIS GRUSHENKO (Love and death), ese era el extraño título de la
película (siempre nos ha causado sorpresa los títulos que ponen en
español de las películas extranjeras), pero como lo comercial debe
funcionar ... El caso, querido Boris, es que por primera vez en
la vida me fui solito al cine para ver esa película tuya (mi mujer
no se encontraba bien y me animó a ir solo, al fin y al cabo
formábamos parte de los socios directivos del cine-club). Y
mereció la pena, aunque aquel actor ya lo conocía de otras
películas anteriores (Pussycat, Casino Royale ...) pero desconocía
que eras un tío de los llamados "rojillos"... ¡y eso que
vivías en Estados Unidos!.
Cuando nos curamos de
las izquierdas y las derechas de toda la vida, cuando comenzamos a
disfrutar del arte independientemente del color, de la ideología o
de los intereses de quien lo hiciera, seguimos viendo tu cine, la
verdad es que nos entretenía y nos hacía reflexionar sobre muchos
temas interesantes.
En alguna
ocasión alguien me comentó que si te dieran un Oscar, no irías a
recogerlo, eras lo que se llamaba un "pasota" auténtico,
lo que la juventud suele admirar por su carácter indómito,
anarquista o ácrata y rompedor con lo establecido socialmente. Pero ...
Hay un
refrán que dice más o menos que en la juventud se es
revolucionario, pero cuando uno es viejo (además de mayor)... la
burguesía se apodera de las ideas y las cosas cambian.
Querido
Woody, tu te debes a ti mismo y creo que en tu vida personal o
privada, nadie tiene derecho a decirte nada, sin embargo, te ruego
admitas nuestras sorpresas al recoger los premios que últimamente te
entregan.
Esta
semana, te vi en los miles de reportajes de todas las cadenas de TV,
habías venido a España para recoger tu premio "Príncipe de
Asturias", te vimos cargado de chiquillas con rasgos chinescos,
en algunas emisoras de radio medio criticaban esa llegada masiva de
personal Allen, (la crítica era por lo costoso del viaje para tanta
gente), pero después de todo resultaba tierno y familiar verte con
los críos en brazos, otros alrededor ... aunque a nadie de nosotros
se nos ocurriría ir a recoger un premio a miles de kilómetros con
la prole detrás (salvo que nos pagaran todo, claro).
No se si
sigues siendo aquel de la Noche de Boris, o el de Toma el dinero y
corre, me figuro que no, como yo no soy el mismo que te veía, pero
escuchando alguna tertulia radiofónica (de esas en que todos los que
van saben de todo), escuché a un tertuliano, que no le gustabas
nada, que le caías mal ... y como este periodista por su forma de
ser, hablar y actuar, es muy de derechas, veo que al menos te siguen
considerando el de entonces.
Como yo
hablo el mismo inglés que tú hablas español, no se si la
traducción que te hicieron en la primera rueda de prensa fue
correcta, pero aquí nos han traducido que tus palabras fueron de
gratitud, alegría ... y que te encontrabas de maravillas como en un
cuento con Príncipe de verdad. -Si el comentario anterior del
periodista derechón me hacía pensar en que eras el de Boris ..., tu
frase me hace creer que estás chocheando.
Y por
fin... los premios, no has perdido la imagen de chavalote despistado
(aunque mucho más viejo), con tu traje, corbata ... has recogido tu
premio "Príncipe de Asturias", como en una fiesta de
graduación americana, pero aquí, con más cuento.
Parece ser
que en tu país (donde vives), es decir en Estados Unidos,
últimamente critican mucho tus películas y esto te fastidia y
muestras simpatías públicas por Europa. Mira querido Boris, yo
también tengo problemas con mi familia pero eso no me obliga a
coquetear con otras familias, al fin y al cabo, todas son iguales,
para eso debe servir lo del psicoanálisis.
Espero no
te molestes por la carta virtual que te he escrito, ¡quién me iba a
decir que podría hacer esto y que lo iba a leer alguien!, pues desde
los censores (de el País de los Cuentos, hasta tu gran Familia),
pasando por curiosos, navegantes que han buscado algo tuyo, amigos y
no tan amigos ... han visto esta carta. Y volviendo a cuando nos
conocimos, en los setenta y tantos, quiero que sepas que al padre del
Príncipe que te ha dado el premio, entregamos en esas fechas una
carta (por cierto los guardaespaldas, casi no nos dejan), con los
problemas gordos que teníamos en una empresa, la ilusa ilusión de
aquellos trabajadores tuvo la misma respuesta que esta carta virtual,
recuerdo el momento de la entrega de la carta al Rey, detrás había
una pancarta de unos estudiantes donde ponían exactamente:
"Majestades, los futuros emigrantes os saludan" ...
veinticinco años después ... esto ha sido lo único cierto.
Pensaba
escribirte más cosas, pero acabo de enterarme de que ha muerto Richard
Harris, gran actor al que todos recuerdan tan sólo como Un
Hombre llamado Caballo...
Termino la
carta con la reflexión de que no se si es mejor que te recuerden
como UN HOMBRE LLAMADO CABALLO o como UN HOMBRE QUE CAMBIÓ DE
CABALLO.
Atentamente,
J.L.
25 Octubre
2002 (el mismo mes en que nació y murió Richard Harris)
fondo
musical eliminado en mayo 2003, la SGAE nos "invitó" a pagar por los
midis, pero la cosa está de pena, otra vez será |
|