Cuando un amigo se va ..

Desde hace años, la fecha del uno de octubre me trae muchos recuerdos,  el cambio de la estación se hacía notar: otra vez la rebequita, el pantaloncito largo, los membrillos, el olor de los nuevos lápices, sobre todo cuando los afilábamos en aquellos potentes afilalápices, no como los de ahora que sólo sirven la primera vez y además te joden la punta, (para los que seguimos usando el lápiz). Esa fecha "uno de octubre", que podría sonar a entrada de tropas, conquistas de paraísos o importantes descubrimientos, en el año 2003, me suena a despedida, a triste ausencia.

Carlos Tena, l'enfant terrible de la Radio (con mayúsculas) española, se va a Cuba, pero no de vacaciones ni a la caza de nuevas eXperiencias, tampoco se va para tomar mojitos y escuchar el son del malecón.

Cuando un amigo se va, no entramos en los por qués, se va .. y lo demás sobra. En ese momento vuelven los recuerdos de tantos programas, esa dicharachera gracia, esa finísima puntería para dar en la diana de lo social, librándose del cutrerío reinante de todos los medios que le circundaban. La personalidad, no sabemos por qué, se paga, yo también, en mi pueblo, sin pretensión,  no tengo buena reputación, haga lo que haga, es igual: todo lo consideran mal. (Georges BRASSENS - La mauvaise réputation).

Tus amigos oyentes, nos quedamos con esta melancolía otoñera y lluviosa, sin embargo, una pequeña alegría vislumbra en el fondo del corazón, que sigue en su sitio, y es que al menos, no vas de emigrante, no tienes que agarrarte a una patera o a una balsa para llegar donde deseas, eso es muy importante, no lo olvides y ten presente,  que en la piel de toro, los unos de octubre, serás parte de nuestro otoño, como eficaz antídoto de las consecutivas operaciones triunfo, que sueltan en estas fechas.

P.D. Habría incluido en esta carta, algún midi con la música que te gusta, así cuando leyeras todo esto, sería acompañado de un bonito fondo musical, pero en esta tierra que dejas, hay una sociedad llamada SGAE, que hace unos meses  nos escribió, invitándonos a pagar por cualquier archivo midi, o a retirarlos. Los oyentes no somos potentados que podemos comprar todo, nuestras aficiones, cada vez son más caras, poco a poco vamos prescindiendo de muchas cosas, el cinturón ya no se puede apretar más, y como esto siga así, volveremos a escribir las cartas en el papel de toda la vida, meterlo en una botella (aunque no la reciclemos) y arrojarla al mar chapapoteado, a ver si con un poco de suerte llega a la isla donde te encuentras.

Por si alguien no te recuerda, con TENAcidad encontré varios enlaces: tu Currículum profesional, incompleto e injusto como todos los currículos, y también tu opinión de  radio alternativa, o la de los musicales, que aunque respetamos, no compartimos y sobre la movida y aburrimiento, y por si fuera poco, tu colaboración teatral con Aguaviva.

Todo esto sucedía en octubre de 2003, Carlos nos escribió en la Navidades de ese año, y unos meses después, no sabemos si sabrá todo lo que ocurrió en el año 2004 (lo malo y lo peor), pero si vuelve por aquí, la cosa, al menos sería más cachondamente humana, y en 2005, como no queda más remedio, colocamos unos consejitos del Google, que menos da una piedra.