Jesús Gil falleció en 2004, pero unos meses antes de abandonar este Mundo, nos amenizó un soporífero agosto en 2003, cuando el alcalde de Marbella era Julián  Muñoz (el de la Pantoja). Lo que daría Jesús Quintero en este año 2006, cuando tiene un programa de TV como el de siempre (ahora se vuelve a llamar El Loco de la colina), pero ha ascendido de cadena, es en la primera de TVE, con huelgas y problemas por las enormes pérdidas de dinero (sin ser Marbella) y los reajustes de plantilla que se avecinan, el caso es que el Loco de la colina, seguro que daría bastante por poder entrevistar a Gil en estos días en que se ha desarrollado la "operación Malaya" y la cárcel marbellera aloja un nutrido grupo de componentes del Ayuntamiento.

El glamour, la jet-set, Sodoma y Gomorra en más de una ocasión se asociaron con preciosas ciudades de la Costa del Sol, como es el caso de Marbella, lugar donde los últimos años del siglo XX y los primeros del XXI los escándalos de los políticos municipales llegaron al punto  más alto, cuando uno se entera por la prensa de las inmensas riquezas acaparadas por algunos de los representantes de los ciudadanos, políticos de turno que han vuelto a usar la cultura del "pelotazo", aunque en este caso marbellero se podría definir como la "madre de los pelotazos", causando enorme asombro, decepción y cabreo entre los ciudadanos votantes, que no entienden cómo se tarda tanto tiempo en detectar que la corrupción funciona mejor que el sistema democrático. El caso es que una vez más, pagarán justos por pecadores, el daño a Marbella, ya está hecho y los huéspedes de la cárcel, seguro que no devuelven lo que se les ha pegado a sus cuentas. Un refrán con muy mala intención dice que "cada cual tiene lo que se merece" y esto aplicado a lo que el pueblo marbellero ha votado en los últimos años, no es justo.

Teniendo en cuenta que el caso de Marbella no es el único que hay (basta darse una vuelta por los foros y blogs de Internet, para ver que hay mucha gente que lo compara con otras ciudades donde existen las sospechas como pasaba con Marbella), al ciudadano nos queda la ilusión de pensar que algún día vuelva Curro Jiménez, honorable bandolero andaluz que robaba a los ricos para repartir con los más necesitados.

Paco, el de Cantillana, de abril 74 con claveles al de 2006, total ná