Hace unos años se podía disfrutar de un paseo en automóvil por cualquier ciudad o pueblo de España, usabas el vehículo para llegar a donde querías, pero sin los sobresaltos, sustos y cabreos que en los tiempos actuales todos nos llevamos. ¿A quién se le ocurrió eso de colocar badenes como barricadas en cualquier parte de las ciudades?. Yo que viajo mucho, prometo parar sólo en aquellos pueblos donde no tengan estos civiles tumbados, que tanto destrozan los coches. Si todos hiciéramos lo mismo, seguro que descendían el número de badenes que ya están alcanzando cifras tan altas que seguramente no cabrán ni en el Guinness de los records.

No se si los responsables del tráfico en las ciudades están echando un pulso para ver qué pueblo goza de los badenes más altos, más incómodos para los vehículos y sobretodo, los que rompen más amortiguadores, ventosas de GPS, y destrozan más dentaduras (prótesis, postizas, etc.)

Hay badenes amarillos, blancos, azules, incluso muchos sin pintar (del mismo color que la carretera), no sabemos si estos últimos son para que el susto sea mayor y los daños del vehículo puedan ser compartidos por los viajeros, el caso es que hay lugares donde te encuentras un inesperado badén que te avisa cuando notas ese "sube y baja" que termina golpeando en las partes bajas del coche, incluyendo el cárter de aceite, notando en tu propio cuerpo, una especie de sacudida interna que al ser tan inesperada puede resultar peligrosa para los que padezcan del corazón, tensión, etc.

Los fabricantes de GPS no dan abasto suficiente con las reparaciones de sus productos en el suelo español. Las ventosas que sujetan esos aparatos, terminan sin pegar antes que en otros países donde no sufren las enormes sacudidas de los pueblos españoles, y por esas mismas causas el GPS, además de las vibraciones y baches de las carreteras, también tiene que ser reparado con frecuencia, o simplemente se estropea sin más.

¿Tendremos que hacer como este amigo, para evitar los badenes?