Alta velocidad, baja comunicación

 
     
 

En el tren que yo tomé, había una vieja, que llevaba una gallina en una cesta .. así comenzaba una canción de los 60, de Micky y los Tonis, que se puede escuchar en el enlace adjunto de YouTube, además los más jóvenes se pueden hacer idea de cómo eran los trenes antiguos. En aquellos vagones, lo normal era hacer amistad con los viajeros acompañantes, sobre todo cuando el viaje era de larga duración. Había costumbre de llevar comida para satisfacer el apetito que se abría en las horas del itinerario. Las fiambreras y tarteras se sacaban de las maletas, inundando el vagón con los distintos olores que producían los alimentos: chorizos, tortillas, huevos duros.. solían ser los menús que portaban los viajeros. ¿Ustedes gustan? ¿quieren probar esto? .. con esas palabras comenzaba el intercambio de comidas, continuaban las amenas charlas y el viaje se hacía más corto y agradable.

 

   

 

En el año 1992, llegó a España el tren de alta velocidad, llamado en principio TAV y posteriormente AVE, con el trayecto de Sevilla-Madrid, y viceversa, este sistema de moverse por los raíles de hierro, poco a poco se fue imponiendo y cambiando las costumbres de los viejos trenes. Las personas dejaron de hablar como antes, en estos nuevos vagones, se incluyeron televisores que emiten películas para que el usuario vaya distraído, se colocan los auriculares para ver la cinta (o escuchar música) y se aíslan del resto del vagón, y del Mundo. Las únicas conversaciones que se mantienen, son las que los viajeros hacen a través del móvil y casi siempre son las mismas.

   

Recuerdo que en un viaje a Madrid, cerca de mi asiento iban dos señores con pinta de ejecutivos, y sobre las nueve de la mañana, comenzaron a usar los móviles a grito pelado, lo que llamó la atención del resto de viajeros (era a finales de 1992 y entonces los teléfonos de este tipo, los usaban pocas personas), el caso es que uno de los ejecutivos decía: ¡Póngame con la señorita Gloria! ..  al rato, seguía: ¡Gloria, sáqueme la última lista de impagados! ..  silencio mientras hablaba Gloria, que naturalmente no escuchábamos .. pero se ve que la señorita le diría otra cosa o no le entendía, por la cobertura, y el ejecutivo comenzó a chillar: ¡Pero sáquemela, saquemelaaa! ... lo que produjo enormes carcajadas en el resto del vagón que no tenía más remedio que escuchar la conversación. El señor vociferante, notó que estaba siendo causa de escarnio para los viajeros, bajó la voz y salió del vagón con el móvil pegado a la oreja.

Esa fue una de los más divertidos episodios dentro del AVE en cuanto a móviles se refiere, por lo demás, las conversaciones, casi siempre son iguales: ... ¡Estoy en el AVE y llego dentro de una hora! o ¿vas ha recibirme a la estación, que estoy en el AVE?.. ¡Páseme con el Sr. X, o dígale que estoy en el AVE y le visitaré esta tarde!.

La verdad es que el AVE es una excusa o recurso fácil para la falta de imaginación de muchos usuarios que no saben qué hablar (si es que tienen algo que decir), cuando les interrumpen en su visionado de películas de tren.

   Oscar Wilde dijo: Jamás viajo sin mi diario. Siempre debería llevarse algo estupendo para leer en el tren.  

   
 
 

 

 

   

 

 

El tren de Andrés Do Barro El tren de Tip y Coll
   

 

 

El tren de Mr. Bean El tren de los Hnos, Marx

Juan de AVEllaneda © marz08

 
 

 
     
 

 

 
     
 

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