index



		Ya habían avisado los del tiempo que tendríamos una "ola de calor", después de las oleadas de audiencias, las olas del chapapote y los "holas" a los veraneantes que regresan a casa como en Navidad, hay que reconocer que los metereólogos cada vez se equivocan menos, será por las presiones no atmosféricas de los ciudadanos que planean sus vacaciones y piden saber de verdad que ocurrirá con el tiempo. Aquella mañana de agosto, cuando ya había comenzado la mencionada ola, me llamó un amigo aficionado a la fotografía, me invitaba a ir a los sitios más calurosos de Sevilla, para hacer fotos de los termómetros. Serían como testimonio de lo que hemos pasado. Pero yo paso de esos testimonios, espero que mi amigo me envíe alguna foto como recuerdo de los 52 grados y mientras pongo esta otra de la ciudad de Toledo, ¡total, qué más da!.

		Dicen que el calor o la calor (según se diga por machistas o por feministas), ataca a las personas y las vuelve tarumba, sin embargo, sirve de excusa para los que ya padecían ese trastorno de la mollera.

		No pude ver un programa de TV llamado "Salsa Rosa", pero sí los periódicos, y opiniones del día siguiente, un periodista ponía un artículo llamado Salsa asque-Rosa, el caso es que en dicho programa enfrentaron al antiguo alcalde de Marbella (Jesús Gil) versus Julián Muñoz, el de La Pantoja y nuevo alcalde. Por lo oído y leído, se lanzaron los insultos correspondientes a otro tipo de personas que no representen a ninguna ciudad. Lo conseguido por el calor de la audiencia, ha sido que algún fiscal ha llamado a declarar a los dos personajes, en una sala de justicia, ya que los vituperios que se sueltan alegremente por televisión, si hablan de tramas, dineros, y otros asuntos que hacen sentir mal al contribuyente (sobretodo si todavía en agosto no ha recibido la devolución de Hacienda), todo esto hay que verlo y aclararlo en los Tribunales y si se quieren poner verde por temas del corazón, cuernos, etc., ese es otro cantar.

		Lo jodido y triste de esta "ola de calor", es que también mueren personas, según dicen los medios por "golpes de calor", ¡y eso que vivían en un país desarrollado!.

			Si triste es morir por una ola de calor, penoso y lamentable es morir por las olas del mar, esas si que dan golpes. Las pateras, repletas de personas que desconocen el glamour de Marbella y sus alcaldes, los frigoríficos repletos de cruzcampo, cocacolas y aguas envasadas, esas personas que viajan en las pateras, explotados por los piratas de este siglo, siguen pagando con sus vidas el que no se desmantelen esas mafias modernas.

		Y además: los incendios.

		Cuando las catástrofes son naturales, parece que son menos, o será que nos queda el consuelo de que "esto es lo que hay" y nada se puede hacer. También suele ser consolador aquello de "mal de muchos" .. como en el tema de los fuegos. En este agosto el comienzo fue apocalíptico: además de los numerosos incendios en España, el vecino Portugal ardía en una gran parte, la lejana Canadá, también ...

			Ya se sabía que este año iba a ser de incendios, llovió mucho en la primavera y la maleza, los matorrales, etc., ayudan a propagar el fuego. Pero esto no es novedad, porque los años secos, también nos avisan de lo mismo, (al ser año seco, hay que tener cuidado). El tema es que las campañas publicitarias no cesan, así se justifica que algo se hace, aunque sea avisar al personal, pero eso no es suficiente, eso es nada.



		Si hay pirómanos o incendiarios, nos gustaría saber que son detenidos, enjuiciados, encarcelados y que además pagan sus jueguecitos infernales. Ya llevamos muchos años de campañas: "todos contra el fuego", "cuando un bosque se quema, algo tuyo se quema" ... pero todo queda en meras palabras que se las lleva el mismo viento que reaviva los fuegos. Uno pensaba que al haber un Ministerio del Medio Ambiente (no como hace años que el mismo ministro llevaba deportes, pesca, y lo que caía), pero ahora que por fin se presta atención al Medio o al Ambiente, debería de notarse alguna mejoría en esto de los incendios. Ahora que hay más ingenieros que nunca, más personal formado ecológicamente y con ganas de trabajar, resulta que el monte sigue en llamas y cada año nos lamentamos de cómo se va destrozando nuestro entorno natural. Desde hace tiempo, los edificios, salas, organismos, etc., tienen que tener un grupo contra-incendio por lo que pueda pasar. - Hay unas normas (Ceprevén, Une, etc.), para indicar cómo hacer los grupos e instalarlos, (otra cosa es que a la hora de la verdad no funcionen, por falta de seguimiento del propietario, o por incorrecto uso), pero presumiendo de que estos grupos suelen funcionar bien casi siempre, ¿por qué no buscar, pensar, desarrollar algo parecido para los bosques?. En la era de Internet, este debe ser un reto importante para un Ministerio del Medio, conservarlo para nosotros y nuestros herederos. Hace unos años, conocía a una persona en San Fernando (Cádiz), que estaba enfrascado en un sistema de invención propia para los incendios de los montes. A grosso modo, se trataba de hacer unas especies de piscinas o embalses, equipados con grupos motobomba que podrían ser arrancados a la menor alarma. No he vuelto a ver a este amigo, pero su sistema no prosperó. El bosque no es un edificio, pero los sensores que detectan el calor, se pueden instalar, la electricidad, también, baste ver nuestras montañas (todas todas), pobladas de los nuevos árboles de hierro o torretas para los teléfonos móviles, todas esas antenas llevan grupos electrógenos, acumuladores de energía, etc. - Si las compañías de teléfonos se gastan dinero en llevar sus antenas con electricidad a los montes más recónditos, ¿por qué no se buscan soluciones para los incendios?.
		El próximo año, con la "cruzcampo" fresquita en la mano, diremos: "jo, qué caló" ... y hay que ver lo de los incendios... como lo de las pateras ..... (para decir lo mismo al año siguiente).
			verano 2003 Inés De Sastre